Si vas a comprar tu colchón en MaxColchon en base a la supuesta garantía de 100 días, piénsalo dos veces. Ésto es lo que va a suceder en realidad si deseas acogerte a esa garantía:

• Primero, algunas medidas están arbitrariamente excluidas, en concreto 120, 140, 160, 180 y 200. También se excluyen los colchones gemelos, como comprar dos de 90 para hacer una cama de 180. Se indica sutilmente en las condiciones. Te van a rechazar el cambio directamente en esas medidas y en colchones gemelos.
• Segundo, sólo te aceptarán el cambio por otro colchón de la misma sección de la web donde escogiste el tuyo. Eso significa que si compraste un viscoelástico y no te va bien, sólo te lo cambiarán por otro viscoelástico de la misma sección.
• Tercero, al pagar la diferencia te aplicarán el «precio sin promoción». Si te fijas, todos los colchones de la web están en una falsa oferta permanente, con el «precio original» tachado sobre el precio de venta. Ese precio original es alrededor del doble del precio de venta. Eso significa que sumando los 100 euros que te cobrarán por el transporte, pagarás por el cambio tanto o más que comprando un nuevo colchón.

Como ves no existe esa garantía como tal, sino que en realidad te fuerzan a comprar un nuevo colchón prácticamente igual que el que ya tenías. Si compras tu colchón en MaxColchon debes asumir que no tienes ninguna otra garantía, y que si no te va bien, te lo tendrás que comer.

Tampoco existe la garantía de desistimiento de 15 días como tal, ya que para acogerse a ella se exige que el colchón esté en su embalaje original. Los colchones vienen enrollados al vacío, con lo que una vez desembalados no hay vuelta atrás. Puedes leer en otras reviews que tampoco aceptan devoluciones de ropa de cama aunque esté sin usar y en su embalaje original.

Como conclusión, si compras en MaxColchón debes asumir que NO TIENES NINGUNA GARANTÍA DE DEVOLUCIÓN O CAMBIO EN ABSOLUTO.

En mi experiencia personal con esta empresa he podido constatar que quienes la llevan son malas personas, desde atención al cliente hasta gerencia, y que además dominan el arte de las buenas palabras. Malas personas porque, pudiendo hacer las cosas bien y tener clientes satisfechos sin perder dinero, elijen conscientemente hacer lo que resulte peor y más desfavorable para el cliente. Todo van a ser parabienes y aparente profesionalidad mientras pagues y calles. Pero si intentas hacer un cambio o devolución será como si quisieras violar a su primogénito. No tendrán reparo en impedírtelo poniendo todas las trabas posibles para que al final desistas en tu empeño.