Asegurarse de que tu hijo duerma lo suficiente es una de las cosas más importantes que puedes hacer como padre para garantizar que se mantenga sano y descansado. Hay que enseñar a los niños a dormirse y a que se queden en sus camas hasta la mañana para poder dormir lo necesario. Esto no siempre es fácil, ya que los niños de tres a trece años necesitan entre once y catorce horas de sueño cada noche, dependiendo de su edad.