Una de las preguntas que más me hacen los clientes es «¿son necesarios los somieres?» Espero contestar a esta pregunta y ayudar a todos a identificar la opción mas adecuada para ti. La respuesta rápida, por cierto, es «probablemente sí,», pero es un poco más complicado que esto.
¿Qué son los somieres?
Un somier (del francés, sommier) es el conjunto conformado por el colchón y su base. Consiste en un bastidor metálico o de madera sobre el que se encastran transversalmente una serie de láminas de madera u otro material. Las de madera suelen ser de haya o, en su gama más barata, de chopo. También se fabrican somieres con láminas de fibra de vidrio aunque están menos extendidos. En las medidas de matrimonio, el bastidor dispone de larguero central.
La firmeza del somier dependerá del número y anchura de láminas de que disponga. Asimismo, puede ofrecer sistemas de regulación de firmeza para adaptarse al diferente peso de los usuarios. La adecuación se consigue agrupando o liberando un determinado número de láminas mediante el desplazamiento de unos tensores.
Las láminas pueden adaptarse a la forma del cuerpo si utilizan cápsulas basculantes. En este caso, las cápsulas no realizan una unión rígida sino que, con forma de mariposa, pivotan vertical y horizontalmente en función de la presión que soportan.
Según las características del modelo, las patas se acoplan mediante abrazadera o con rosca.
Los somieres articulados tiene la parte superior e inferior móvil de modo que se puede ajustar a un número de diferentes posiciones.
Para las personas con ciertos tipos de problemas en la espalda, el dormir en una cama ajustable que se coloque con una inclinación leve (de 30º a 45º, por ejemplo) puede ser cómodo, con el torso colocado más arriba que las extremidades inferiores y una cierta ayuda debajo de las rodillas para doblar las rodillas a un ángulo leve. La combinación de la pendiente superior del cuerpo y de la ayuda de la rodilla puede ayudar a aliviar algo de la tensión de la parte posterior a más baja. A condición de que la persona esté cómoda de este modo con la noche, esta posición puede dar soporte a las curvas de la espina dorsal y aliviar la presión en el cuerpo entero.
El somier articulado no admite colchones de muelles combinándose con colchones de látex o de espuma de poliuretano.
Aunque son más populares en hospitales u otras instalaciones médicas, las camas articuladas se están utilizando en hogares con el fin de proporcionar la ayuda para dormir en una variedad de posiciones.»
¿Necesitamos utilizar somieres?
Volviendo a la pregunta del principio, ¿son los somieres necesarios? Bueno, el colchón hay que ponerlo en algún sitio. Vamos a ver las opciones que hay:
- Puedes poner el colchón en el suelo. Esto la verdad es que da al colchón un buen apoyo, aunque no quede bien, es más difícil entrar y salir de la cama, no es muy higiénico porque estás a la altura del suelo, y la verdad es que no afecta positivamente a la firmeza del colchón.
- Puedes poner el colchón en un somier. Esto eleva el colchón del suelo y le da el apoyo sólido que el colchón necesita. Normalmente se compran con patas incorporadas o se utilizan en conjunción con un canapé, para mantener todo lejos del suelo y ofrecer un buen cajón bajo la cama de manera adicional. (Hay diferentes tipos de canapés y bases con cajones más grandes o más pequeños).
- Puedes utilizar una base tapizada o un diván. Suelen ser estructuras resistentes de madera que aportan un buen apoyo al colchón, pero carecen de los cajones que los canapés ofrecen. El lado positivo es que normalmente son más económicas.
- Para disfrutar de tu colchón en su máximo esplendor, deberías comprar un canapé abatible o una base motorizada. Estas últimas, gracias al motor que llevan incorporado, son capaces de elevar la parte superior de la cama, elevar las piernas, o ajustar la posición en que quieras estar. Lo creas o no, cada vez más gente las tiene y los precios han bajado mucho en los últimos dos años, especialmente si la compras por internet.
L´encant tiene una selección bastante buena de canapés, bases y somieres.
¿Qué pasa si ya tengo somieres?
Si ya tienes un somier, posiblemente ya necesitas reemplazarlo. Al poner un colchón nuevo sobre algunos de tus somieres viejo, corres el riesgo de que el somier se hunda o rompa, poniendo en riesgo la integridad del colchón nuevo. Si esto sucede, puede incluso afectar a la validez de la garantía del colchón. Además, si tu somier es muy viejo, puede afectar en gran medida a cómo se siente el colchón.
En conclusión, tienes que poner el colchón encima de algo, y sino va a ser en el suelo, necesitas como mínimo un somier.
¿Tu qué utilizas?
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