El insomnio. En un momento u otro, la mayoría de nosotros hemos experimentado sus molestos síntomas: dificultad en dormirse, problemas para permanecer dormido, o ambas cosas. Podemos haber sufrido episodios de insomnio que duran unos pocos días, o mucho más tiempo. Aunque los síntomas pueden parecer bastante simples, el insomnio es una condición compleja con una amplia variedad de causas.
El insomnio también es un problema extremadamente común, demasiado común, de hecho. Entre el treinta y el cuarenta por ciento de la gente han experimentado síntomas de insomnio en el último año, mientras que entre el diez y el quince por ciento sufren de insomnio de manera crónica.
El insomnio se clasifica como un trastorno del sueño y se define como la incapacidad de quedarse dormido y/o permanecer dormido, o no sentirse lo suficientemente descansado después de dormir. Puede ser transitorio, agudo o crónico. El insomnio es, con diferencia, el trastorno del sueño más común, ya que afecta hasta la mitad de la población mundial en algún momento de su vida.
Una de las características que definen el insomnio es que interfiere con el funcionamiento diurno. Esta dificultad puede tomar la forma de fatiga, problemas de concentración, irritabilidad o lapsos de memoria. Pueden ocurrir episodios de micro sueño, junto con situaciones de impulsividad o depresión.
Nota: El contenido del Foro del Colchón es de naturaleza meramente informativa y no debe tomarse como consejo médico ni sustituir el consejo y la supervisión médica de un profesional capacitado. Si crees que puedes estar sufriendo algún trastorno del sueño o condición médica, por favor consulta con tu médico.
Síntomas del insomnio
Los síntomas del insomnio son la incapacidad para quedarse dormido, permanecer dormido o volver a dormirse. Aunque muchos insomnes experimentan una serie de consecuencias físicas y cognitivas adicionales, estos no son síntomas primarios y pueden ser compartidos por aquellos que sufren de privación de sueño y otros trastornos del sueño. Sin embargo, el insomnio puede producir una amplia gama de efectos, entre ellos:
- Sentirse cansado y/o mareado al despertar
- Fatiga diurna
- Ansiedad o depresión
- Irritabilidad o cambios de humor
- Dificultad para concentrarse
- Problemas para memorizar información nueva
- Reducción de la coordinación
- Aumento de errores y accidentes en casa o en el trabajo
- Disminución del rendimiento del trabajo
- Dificultades para participar en actividades sociales
Además, las personas que sufren de insomnio pueden experimentar un deterioro en la capacidad de toma de decisiones, dificultades en las relaciones y una calidad de vida peor. Para dormirse o permanecer dormidos, pueden depender excesivamente de los somníferos o suplementos. La ansiedad relacionada con el sueño, que comienza con un episodio transitorio de insomnio, puede convertirse en un problema persistente.
Los síntomas del insomnio pueden variar de leves a severos y fluctuar con el tiempo. Es posible que los síntomas mejoren en diferentes momentos de la vida y que luego vuelvan a aparecer.
Un dato sobre el insomnio: una persona que duerme menos del promedio de siete a nueve horas cada noche pero que no sufre de síntomas de insomnio puede ser habitual. Hay personas que duermen poco y se levantan refrescados incluso durmiendo menos de lo habitual para la mayoría de nosotros, a menudo cinco horas o menos.
¿Cuál es la diferencia entre el insomnio y la privación del sueño?
Debido a que el insomnio y la privación de sueño comparten algunos efectos físicos y cognitivos, ambos términos pueden confundirse. Aunque los dos pueden provocar una sensación de fatiga o problemas de concentración, no son lo mismo. La privación del sueño es privarse voluntariamente de dormir. El insomnio es la incapacidad de dormir, de permanecer dormido o de volver a dormir.
Una persona puede experimentar de privación del sueño mientras estudia para los exámenes, viaja o atiende a un niño enfermo. Si se le ofrece la oportunidad, la persona que está privada de sueño puede dormir. Sin embargo, la persona que sufre de insomnio no puede dormir ni siquiera cuando se le ofrece la oportunidad. El insomnio se refiere a la calidad del sueño, mientras que la privación de sueño se refiere a la cantidad de sueño.
El insomnio y la privación de sueño pueden tener algunas diferencias importantes, pero ¿no son los síntomas iguales? No exactamente. La privación del sueño puede provocar somnolencia diurna, falta de concentración, problemas de memoria y disminución del control emocional. Algunos estudios muestran déficits similares en personas que sufren de insomnio, pero hay algunas distinciones importantes.
En algunos casos de insomnio crónico, la hiperactividad del sistema nervioso simpático puede estar en juego, impidiendo el sueño y la sensación de somnolencia por la noche. Esta hiperactivación también puede impedir que las personas que padecen insomnio experimenten la misma somnolencia diurna y las mismas deficiencias cognitivas que las personas que carecen de sueño, incluso cuando operan con la misma cantidad de sueño.
Esto podría significar que las técnicas de ensayo actuales no muestran adecuadamente los efectos físicos y cognitivos del insomnio crónico, o podría significar que, aunque los insomnes se ven afectados de manera similar por la falta de sueño, la hiperactivación de sus sistemas nerviosos anula estos impedimentos, permitiéndoles sentirse más alerta.
Otra diferencia entre quienes no duermen suficiente y quienes sufren de insomnio es la capacidad de las personas que no duermen los suficiente para dormirse rápidamente cuando se les da la oportunidad de hacerlo. Incluso cuando se les priva de su cantidad habitual de sueño, los insomnes crónicos les cuenta más tiempo quedarse dormidos que los que no duermen, se despiertan antes y tienen más problemas para mantenerse dormidos.